Vivían juntos. No se soportaban. Él por su parte era tranquilo y culto, a veces solidario y siempre muy recatado.
Él, todo lo contrario, era desordenado, desinformado, egoísta y muy desagradable.
Alguien les dijo: “Tendrán que vivir juntos para siempre, acostúmbrate”
No lo podía creer. ¿Qué sería de él con alguien totalmente lo contrario?
Trató de hacer todo lo posible.
Un impacto de bala recibió en su estómago. -¿Qué hice?
-¿Aún lo preguntas? … Me mataste.
-¿Cómo?
-Hemos muerto, ¡estúpido!
-¿Seguirás? Continuaba él.
-Acostúmbrate
-¿Sigues ahí?
Ya nadie respondía… nadie. Su madre llegó para ver que sucedía: ¡Hijo! ¿Qué hiciste?
Otra vez con estos arranques. Si ya se fue, todo va a estar bien.
(Cuento escrito, editado y publicado por seba-ediciones 2007)
lunes, 13 de agosto de 2007
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