Funerarias, Matucana; calle de funerarias.
Un hombre caminaba desorientado y con la vista puesta en el suelo. En el suelo quedó su cuerpo.
Desmayado. El hombre quedó desmayado.
Gente, hombres lo miraron y como cuervos se le abalanzaron, lo tomaron y lo dejaron en una funeraria para ser enterrado.
(Cuento escrito, editado y publicado por seba-ediciones 2008)
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