- “Hola ¿Cómo está?, que bien, pensé que no me necesitaba”
Concluí por su disposición que podría ser empleada
- “No se preocupe, una vez que lo deposite les pago a todos”
Quizás estaba endeudada
- “Ya le dije que no quiero saber nada de él”
¿Se estaría separando?
- “En Valdivia, es que no soporto Santiago”
Tal vez residía en Valdivia
- “Pues bien, le diré a la empleada que pague las cuentas y como no quiero saber nada de ese banco, le pido que vaya usted ¿bueno?, mañana viajo, cuídese.
Entonces entendí que nada entendí.
(Cuento escrito, editado y publicado por seba-ediciones 2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario