Powered By Blogger

viernes, 8 de junio de 2007

A freak Travel

Después del viaje a Holanda, ya no quiero saber nada más.
Era un día 30 de diciembre, pasaría el año nuevo allá. Antes de viajar pasé al bowling con dos amigos.
Acordamos que el que perdiera haría la cosa más vergonzosa que se nos ocurriera o algo relacionado con lo paranormal.
Nada podía salir mal, no podía perder.
El "j.l" (Juan Luis), era el primero en jugar, luego seguía el "ñaño" (ignacio) y terminaba yo;
El juego era simple y bueno perdí yo.
El J.l tenía una tabla Ouija que era de su abuelo, precisamente con él había que contactarse y pedirle que hiciera acto de presencia.
A los primeros 20 minutos, nada pasó, de hecho ya me estaba dando sueño, luego, la mesa de la terraza en la que estábamos se movió. Pensé que había sido el Ñaño.
El abuelo del J.l murió en un accidente (iba manejando y lo chocó un bus), pero nunca se hizo presente.
A los 45 minutos el vaso de metal se corrió para todos lados. Alcancé a leer una cosa que decía:
"mal, viaje, rueda, árbol"; porque el vaso iba muy rápido. Yo no me asusté, para mi era divertido, de hecho casi nada me asusta.
Pués bien, me fuí a Holanda, mis amigos me fueron a dejar al aeropuerto, me despedí de mi familia y despegué a la hora y media después.
Allá me recibió un caballero que en sus manos tenía un cartel que decía "visitante americano", supuse que era yo y no me equivoqué.
Llegamos al hotel, hasta ahí todo marchaba bien.
Al otro día decidí ir a la discoteque más grande de Amsterdam, solo para conocer gente y no aburrirme. Ese día no fue muy entretenido, a si que al siguiente salí a dibujar a la plaza de armas. En ese momento un inglés me dice: "Es de mala suerte dibujar la iglesia hijo".
-What?, me dije. Que creencia más ridícula, o quizás era solo una broma, pues bien, seguí dibujándola.
En la noche, llegué al hotel, y me seguía dando vueltas lo que el inglés aquel, me había dicho.
Decidí terminar mi dibujo, saqué mi cuadernillo, lo abro y lo primero que veo es la silueta de un hombre encorvado dibujada en una de las paredes de la iglesia. Tenía tanto sueño que primero me pareció raro, después pensé que podría haberla hecho yo mismo.
A las 10:00 de la mañana del otro día, fui a comprar cigarrillos, creí que cerca de ahí vendían, pues me equivoqué. Caminé casi 6 cuadras, hasta que encontré una tabaquería. Me devolví al hotel, ya solo me quedaban 2 cuadras pero iba tan cansado que no estaba atento a lo que estaba pasando. No respeté el semáforo, un taxi me dió por la espalda, me arrastró 100 metros y de ahí no recuerdo más, solo recuerdo y jamás lo olvidaré que era un día 9 de Enero.
Desperté recién el día 15 de Enero en el hospital central de Amsterdam, ya pronto me trasladarían a una clínica más pequeña.
Mi familia suponía que seguía vacacionando y que había sido ingrato al no llamarlos.
Recién el día 18 de Enero me tendrían que dar de alta, pero no fue así.
Yo sentado en la camilla y un médico de pié al lado mío que me decía:"¡Despertaste!, pensamos que faltaba mucho tiempo. Mucho gusto, mi nombre es Karl, soy tu médico tratante. Y es por eso que debo comunicarte algo que no te gustará mucho.
-"Que perdí mi pasaporte. Ya lo sé"- dije un tanto alterado
-No, no se trata de eso-me interrumpió el médico- Tu pasaporte está en el hotel, es algo mucho peor, que quizás no quieras saber.
_Pero, sin más rodeos y dígame, que las malas noticias no me gustan cuando se dilatan-Dije molesto.
- Bien, esto es difícil y seré lo más cuidadoso posible. El día del accidente un anciano manejaba el auto. El auto lo encontraron, estaba chocado y empotrado en un árbol, pero no había nadie en él. Sabemos que lo manejaba un anciano porque una testigo alcanzó a verlo, pero nada más.- Me dijo con una cara de preocupación.
-Eso es extraño, pero ya no me importa quien fue, ni donde, ni como. Solo quiero regresar a mi país y ver a mi familia.-dije.
- ¡Espera!, eso no es lo peor, esa no era mi mala noticia. Lo malo es que quedarás "inválido" para toda tu vida. Las lesiones que provocó el atropello en tu sistema nervioso, son irreversibles. Lo siento mucho hijo.- Me dijo tristemente el médico.

Mi cara pareciera habérseme deformado, un poderoso escalofríos se apoderó de mi cuerpo, era como si me estuviesen enterrando vivo, solo quería que este capítulo fuese un sueño. Ahí me dí cuenta de que no tenía movilidad en mis piernas, traté de moverme, solo era un bulto, más encima dí vuelta el agua que me había pasado el médico. Recuerdo esa escena como la más patética de mi vida.

En el mes de Marzo, llegué a Chile, mi familia había hablado conmigo, lo único que me decían era que había sido un ingrato, que no lo volviera a hacer. Los tranquilicé diciéndoles que todo tenía un por qué y que no traía buenas noticias.
Por supuesto no me creyeron, pensaron que era una más de mis bromas.

Se anuncia mi vuelo, mi familia y amigos estaban muy anciosos de verme.
Dicen segun relatos posteriores que no les calzaba lo que veían con lo que yo era.
Llorando desesperadamente y al unísono, fueron a recibirme. Todos pedían una explicación, una razón, mi madre desmayada seguía llorando. Yo sin muchas movilidades faciales ni corporales les dije que no volvería a dibujar ni iglesias ni a invocar ancianos.

Gracias amigos por escribir esto por mí...

(Escrito, editado y publicado por seba-ediciones 2007)

No hay comentarios: